Museo Nacional de la Memoria

Arquitectos:

Alberto Kalach. & Juan Ricardo Rincón.

Cliente:

Centro Nacional de Memoria Histórica, Sociedad Colombiana de Arquitectos.

Equipo:

Miguel Melgarejo, Cristian Rincón, Cristian Valenzuela, Iván Ramírez, Helena Sáenz & Javier González.

Ubicación:

Bogotá, Colombia.

Año:

2015.

¿Cómo pensar un museo nacional de la memoria, para un país que lleva más de sesenta años en un conflicto armado aún latente? De esta manera, pensamos en un edificio que evoque la idea de tejer: Silencio – Perdón – Reconciliación – Compasión – Tolerancia – Respeto – Humildad – Homenaje – Memoria – Reminiscencia – Concordia – Conciliación – Futuro – Pasado. Se ha entendido que lo más importante para el nuevo proyecto del museo nacional de la memoria, no es la majestuosidad o exageración del propio volumen; pero más las posibilidades de un planteamiento capaz de generar un espacio solemne de reflexión. Así, tanto el patio central del proyecto como el diseño interior de las salas se plantea desde el silencio, la memoria y la reminiscencia. Para el perímetro del edificio, se plantea un bosque de especies nativas que escondan la volumetría, protejan el patio del silencio y así mismo, nos recuerden que aunque el conflicto es parte de nosotros, el territorio debe ser lo que nos una en el futuro.
El proyecto  está implantado en un punto urbano neurálgico para la ciudad. La convergencia de la calle 26 y la avenida las Américas, y su altísimo impacto. Han relegado al peatón a un segundo plano. Sin embargo el entorno ofrece una generosa oferta de espacio público: Plaza del consejo, plaza de la democracia, el box culvert de la 26 y la misma alameda peatonal de esta calle hacia el oriente. Sin embargo el descuido y diseño (la falta de sombra y mobiliario en la plaza de la independencia y el exceso de rejas en el parque del renacimiento y el centro de memoria) hacen del contexto un punto donde la actividad vehicular prime. De esta manera el proyecto busca actuar como un articulador de los espacios anteriormente mencionados. Entendiendo el vínculo con el centro de memoria, la 26 como eje y galería de grafiti; planteado a través de una generosa vegetación que logre tejer estas diversas situaciones, y así combata la polución vehicular y le devuelva la dignidad al peatón.